La Visa D2 se centra en emprendedores que establecen negocios en Portugal, mientras que el Golden Visa requiere inversiones financieras y permite residencia más flexible.
La Visa D2 y el Golden Visa son dos opciones populares para obtener residencia en Portugal, pero están diseñadas para diferentes tipos de solicitantes y propósitos. A continuación, se describen las principales diferencias:
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Enfoque y Propósito:
La Visa D2 está destinada a emprendedores que desean establecer un negocio en Portugal. Los solicitantes deben demostrar un plan de negocio viable y la creación de empleo. Por otro lado, el Golden Visa está orientado a inversores que realizan inversiones significativas, como en bienes raíces o fondos de capital, sin la necesidad de establecer un negocio operativo.
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Requisitos de Inversión:
Para la Visa D2, no hay un monto mínimo de inversión específico; el enfoque está más en la viabilidad del negocio y la generación de empleo. En contraste, el Golden Visa requiere inversiones mínimas que oscilan entre 280,000 EUR y 500,000 EUR, dependiendo del tipo de inversión.
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Residencia y Estancia:
Los titulares de la Visa D2 deben residir y operar su negocio activamente en Portugal, lo que implica cumplir con los requisitos de estancia. En cambio, el Golden Visa permite un mínimo de estancia de siete días al año, brindando mayor flexibilidad a los titulares que no necesariamente desean residir permanentemente en el país.
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Oportunidades de Ciudadanía:
Ambas visas ofrecen la posibilidad de solicitar la residencia permanente y, eventualmente, la ciudadanía portuguesa después de un período de cinco años. Sin embargo, la Visa D2 puede ser más favorable para aquellos que planean estar más involucrados en la comunidad empresarial local.
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Documentación y Proceso de Solicitud:
La Visa D2 requiere presentar un plan de negocio detallado y documentación relacionada con la viabilidad del mismo. En cambio, el proceso de solicitud del Golden Visa se centra más en la prueba de la inversión realizada y su origen.
Conclusión:
La Visa D2 es ideal para emprendedores que buscan establecer un negocio en Portugal, mientras que el Golden Visa se orienta a inversores que desean acceder a la residencia a través de inversiones financieras. Ambas opciones tienen sus propios requisitos y beneficios, lo que permite a los solicitantes elegir la que mejor se adapte a sus necesidades y objetivos.