Con la visa D7, los residentes están sujetos a impuestos sobre ingresos globales, aunque el régimen de Residentes No Habituales puede ofrecer beneficios fiscales.
Mudarse a Portugal con una visa D7 tiene implicaciones fiscales, ya que los titulares se convierten en residentes fiscales y están sujetos a impuestos sobre ingresos globales. A continuación, se detalla cómo afecta la visa D7 al estatus fiscal:
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Residencia Fiscal y Tributación de Ingresos Globales:
Al residir más de 183 días en Portugal, los titulares de la visa D7 son considerados residentes fiscales, lo que significa que deben declarar todos sus ingresos, tanto locales como globales.
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Régimen de Residentes No Habituales (RNH):
Los titulares pueden solicitar el régimen RNH, que ofrece beneficios fiscales como una tasa reducida para ciertos ingresos y exenciones sobre ingresos extranjeros, dependiendo del país de origen.
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Impuestos sobre Pensiones e Ingresos Pasivos:
Las pensiones y otros ingresos pasivos pueden estar sujetos a impuestos, pero el régimen RNH puede reducir la carga fiscal si se cumplen los requisitos específicos.
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Obligaciones de Declaración y Asesoría Fiscal:
Los residentes deben presentar declaraciones fiscales anuales y es recomendable obtener asesoría fiscal para optimizar las obligaciones y aprovechar las ventajas fiscales disponibles.
Conclusión:
Mudarse a Portugal con una visa D7 implica obligaciones fiscales sobre ingresos globales, aunque el régimen de Residentes No Habituales puede ofrecer beneficios considerables para ciertos ingresos.